Todo gira y gira en un remolino y se elevan agua, arena, flores, árboles… arriba, muy arriba…
y, al precipitarse, cuando todo se calma, recojo y compilo los elementos y los acaricio en la paleta y el pincel y encamo, paz, serenidad,
y con la caricia del pincel y la espátula confecciono belleza, génesis plástica,
de la fuerza cromática de las flores, que nos serenan,
de las largas playas que nos llenan de sueños y deseos,
del estallido de las olas que nos salpican rebeldía y persistencia
y de la frialdad de la nieve sobre la oscuridad y el misterio que se esconde detrás de los árboles.
Todo volverá a girar y a elevarse arriba, muy arriba, y yo estaré expectante y dispuesto, con la pipa humeante, la paleta y el pincel, para empapar mi conciencia y proyectar salpicaduras de luz y color, vida.
Miquel Cartró